Y tu de quien eres

Sábado por la mañana durante mi limpieza de piso semi  a fondo semanal, recibí un Wasap de una amiga, de la cual no sabia nada desde hacia un tiempo.

Organizo la agenda con un par de referencias o sus tendencias,  como Puta_loca,  cabrón_banco, teléfono_marido, porelcluo_no…

El mensaje era algo así como. “Hola, como va todo. Hace tiempo que no hablamos, tengo que ir por alicante este fin de semana”.

Antes de contestar, si no tengo muy claro quién es, reviso el Facebook de pecar, miro sus post y por fin diez minutos después respondo con un muy claro OK. 

Veo que escribe, borra, escribe, borra, escribe mucho, borra y por fin. “te apetece  si quedamos para cenar y nos ponemos al día”. Respondí un “vale pero a medias y en un bufet libre de esos chinos”. 

Volvió a pasar lo mismo, escribe, borra, escribe, borra y por fin “un caballero como siempre”. Total que al final quedamos en un restaurante cerca de su hotel. Nos vimos en el parking, dos besos, tres halagos mutuos y para dentro. Elección compleja de mesa, como siempre, pedimos bebidas y al bufet.

Mientras estaba sentado disfrutando de la comida, si mezclo arroz con ternera picante y un poco de bambú. Ella seguía hablando, “en el trabajo como siempre, ya sabes cómo van esas cosas”. “Si, si lo sé”, de reojo vi como traían sushi, dios sushi con su salmón y su cosa verde que no recuerdo el nombre y ¿en que trabaja esta mujer?
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Seguía con sus cosas, pero tenía mi sushi y me di cuenta que no tenía palillos, putos palillos chinos que me cuesta un mundo comer con ese instrumento del diablo, pero el postureo me puede. Empezó con lo de, “te acuerdas que tenía un hijo”. “Si, si lo sé” le conteste. “Pues, me dijo, va bien en  los estudios y estoy…” ya no escuche más, quiero mis putos palillos chinos. Justo pasó junto a la mesa un chino y por descontado supuse que era un camarero.

“Me podrías traer esas cosas alargadas, de madera, que vienen dentro de una bolsita de papel y que en vuestra cultura se usan para comer arroz? ¿Por qué el sushi chino existe? “. “Palillos” respondió, si eso palillos respondí. Por suerte no pedí comida y no escupiría dentro.

Siempre he preferido definir la cosa antes que decir el nombre de la cosa.

Total que seguía peleándome con esos dos trozos de madera infernal y ella seguía con sus temas. “Y te acuerdas de mi ex”. No, no me acuerdo ni de lo que he desayunado que ya tengo casi 50, para acordarme de tu nombre que me lo he tenido que apunta en la palma de la mano. Pero dije “si, si claro” y apostille un “y dime que tal con él “, para que siguiera hablando mientras disfrutaba del sushi que se me había caído en el recipiente de wasabi, pero es mi puto sushi y yo me lo como.

Alguno conocerá esa sensación de la mediana edad masculina que es, me meo… otra vez. Así que deje el sushi macerando en wasabi después de dos intentos de sacarlo, me disculpe y fui al baño.

Dos cosas que grandes son los baños de los chinos y dos no me había pasado la motosierra por la zona baja, perilla recortada pero el resto no. No sabía si debía importarme, si no hay sexo no hay problema y si lo hay busco una excusa. Sonó bien en mi cabeza. Pero, ¿Sexo? Nooo, me he dejado los condones y las “vitaminas”. ¿Pero? podemos ir a mi casa.Noooo,  hoy ha sido día de limpieza “sutil” no “a fondo”. 

Plan maestro, si dice de ir a su hotel, pasamos por un bazar y compro una máquina para rasurar la selva amazónica, después una farmacia por el tema de los condones y de paso las “vitaminas”. Así el polvo me sale a unos 100 euros. Decidido no habrá sexo.

De vuelta a la mesa, creo que seguía hablando del tema ex, retome el tema sushi , mientras veía, entre lágrimas por el jodido wasabi, como movía los labios y creo que salían palabras vi que ponían en la zona de postres tiramisú. Tiramisú, quiero tiramisú y mucho. “Te noto muy callado, como distante”, comento. No creo que lo estuviera dije como unas 30 palabra en toda la cena. Recorrí al repertorio de tópicos,” la cosa esta regular en el trabajo, mi hijo está en una fase rebelde, que te vo a contar y si me disculpas voy por tiramisu" que los de la comunión del fondo están llegando al postre y se terminara el tiramisú.

Avanzaba pegado al pasillo derecho del restaurante, soy muy maniático en el tema de elegir sitio donde sentarme y como andar pegado a la pared. Miraba a los de la comunión en el momento que  estaba hablando la Puri, que a su séptimo mes de gestación, conclusión a la que llegue por su incipiente barriga, leía casi como una persona normal

 Después los parlamentos va el postre y seguro que la familia de Anselmo, la otra comunión, son muy de tiramisú ya que se les ve muy viajados. En la entrada de restaurante había un cartel que decía comunión de Anselmo y Puri en la sala Chanadu. ¿Que significara Chanadu en chino?, ¿no era un puti que había en Aranda de Duero?

Se les veía felices, hijos de puta, me cago en la felicidad ajena.

¿Hay tuna china?. Así entre profundad divagaciones llegue al tiramisú y paso algo extraordinario, había contesa. Pero solo para los de la comunión. Le pregunte al chino si había esa comida que va en un bol con ensalada por debajo, gambas por encima cono una salsa naranja. “¿Coctel de gambas?” .Me respondió con un castellano más que aceptable. “Solo para invitados”.

Me sorprendió el concepto Retro comunión compartida remember los 90. Le comente que estaba pensado en celebra mi cuarta boda en su chino ya que la familia de la novia era muy rarita y si podía probar el coctel y la contesa. ¿Porque bodas también celebráis, no?.
Volví a la mesa con mi contesa y mi coctel de gambas. Y si me como las dos cosas con palillos y a la vez, El chino trajo dos copas de sidra regalo de la casa por nuestro feliz compromiso.

Oí una cosa alta y clara ,”¿No me harás pasar vergüenza otra vez?”. La mire y parecía decirlo en serio. Es complicado saber el número total de veces que me han dicho esta frase.
Respondí que esto sería un problema debido a la barrera idiomática, cultural y porque no decirlo generacional, con el camarero. El camero me miro y dijo que se llamaba Paco  y era de Alama de Murcia.

Dejando de lado este pequeño problema debida a la barrera idiomática con el murciano de tierra a dentro de Alama de Murcia. Llegamos al café con más pena que gloria... pero eso es otra historia.

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