...Lo del mal ajeno

Ayer se soluciono el tema del atasco.
Esta mañana con alegría inusitada he hecho un uso desmesurado del wáter, como un niño que estrena bicicleta, dando lo mejor de mí mismo.
Podría decirse que ha sido casi obsceno.
Al apretar el botón para que el agua se lleve, quien sabe dónde, a una parte de mi ser, me he llevado un pequeño susto al no escuchar el sonido que esperaba y notar como el tema no terminaba de descender por el agujero negro de la taza del wáter
Al final ha pasado.
Doce segundos después he escuchado al vecino de abajo, cargarse en los muertos de las tuberías.
Prestando mas atención he creído entender que esa parte de mi que había despedido hace unos segundos, ha desembarcado en su cuarto de baño vía bañera.
Lo de ponerme en lugar de otro nunca ha sido mi fuerte, pero he intentado poner me en lugar de mi cagada y decirle al vecino, que aunque no tengo las soluciones a sus problemas, hago compañía.
Al final he optado por tomarme un café, esperar a que recoja todo el agua y lo que no es agua , del suelo y por fin volver a tirar de la cadena.
No hay nada como salir de casa por la mañana con una sonrisa